
Es una ruta muy frecuentada a unos de los ibones más bonitos y accesibles del Pirineo. Fuera de la temporada invernal, es probable encontrar la barrera echada en la pista que sube desde la carretera principal hasta el parking. En ese caso hay que añadir 5km más en total a la ruta.
Toda la ruta discurre por el GR-11, marcas rojas y azules que nos guiarán en todo momento. Remostamos suavemente el barranco de Culibillas, hasta la última fuerte pendiente que nos llevará hasta los Ibones de Anayet, con unas vistas al Pico Anayet impresionantes.

Es una ruta fácil para hacer en familia, aunque no desestimemos el desnivel, sobre todo si vamos con niños y hay que empezar en la carretera.
